Su origen se remonta a la época de los celtas que los usaban para guardar tesoros y para la caza mayor. En la edad media se conocían dos clases de esta raza: el ''perro carnicero'' y el ''perro turco'', entrenados para la lucha con osos, toros y otros perros. Más tarde se le utilizó como guarda de la casa y castillos. En Burdeos, a finales del siglo XIX, se creía que la raza había desaparecido, volviéndose a desarrollar actualmente.
Descripción: Coloso y fuerte, este perro tiene la cabeza corta y ancha, con la mandíbula inferior adelantada. El hocico es puntiagudo o largo. Los ojos son ovalados y separados, de color avellana u negros. Orejas péndulas. Cuello corto con papada. De Lomo recto y ancho, recogido por un pecho fuerte y profundo, de vientre bien levantado. Cola fuerte en la base y afilada, es llevada en péndula. De pelaje corto, liso y fino, color caoba, leonado o gris.
Carácter: Es Tranquilo y Equilibrado, muy apegado a su familia, es cariñoso, reservado con los extraños y neutro con ellos cuando está su amo, mostrando su cariño y fidelidad. Manso y paciente con los niños, quien quiere proteger. Detesta la soledad y la inacción y nunca se muestra espontáneamente agresivo.
Utilización: Es un excelente perro casero, para la granja y la familia, guardando muy bien a su amo y propiedades.
Cuidados: Necesita espacio suficiente para vivir y una educación constante y cariñosa. Es suficiente el tono de voz con que se le eduque para que sepa lo que está bien y lo que está mal. La aspereza y la dureza lo alterarán considerablemente.
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